- Abrírmela, dijo secamente.
Su polla comenzó a entrarme con un desparpajo brutal, que me pareció interminable, hasta el punto que mis gritos gimiendo, eran acicate para que el me la mandara a fondo.
Me cogió con vehemencia, como si hubiera aflorado años de contención sin sentido y sin vergüenza. Termine hamacándome al unísono con sus arremetidas, devolviéndole sus cogidas con una lujuria desconocida en mi.
Gozaba yo en la misma proporción que su enorme verga. Ya no tenia sentimientos encontrados, nada de que preocuparse una tiene cuando le están llenando la cuca de goce.
- En cuatro, mamita, ahora en cuatro, me exigió mi muchachito.
Obedecí al instante que el me la retiro, suponiendo bien que el me la mandaría guardar de nuevo desde atrás, cosa que a mi siempre me había gustado.
Fue al voltearme que no solo sentí que el me tomaba de las caderas para comenzar a metérmela de nuevo, vi algo inesperado……. en el otro sillón, completamente desnudo estaba Federico, el jefe de mi hijo.
Es que habían tenido asueto en el banco por el feriado y se habían venido a casa, cosa que yo no lo imaginaba.
Que hace él….. dije, a tiempo que recibí un chirlo de mi hijo y el imperativo, - Calladita nena, calladita te dije…….que ahora el te va a dar cariñito……
Federico, entendió que era su turno, pues se arrimo por el respaldo del sillón y tomando mi cara con las dos manos, me dio su grueso pollon a chupar, mientras se movia cogiéndome la boca. Federico era un amigo de mi ex marido, que le consiguió el empleado a mi Robertito cuando fue mayorcito.
- Dale que no me aguanto, le dijo a mi hijo…… avisando que se iba a acabar……
- Veni, dale, mira que linda conchita tiene esta chica para vos……..y te esta esperando…… - Verdad mamita!!!
Federico me la metió groseramente, pero estaba yo tan caliente, abierta y querendona que comencé a gozar como yegua en celo, con un orgasmo continuado que hizo acabar al macho que me ensartaba.
Federico se acabo y se fue. Roberto me hizo montarlo para gozarme mientras yo lo cabalgaba.
- Esta noche, después que descanses, la sigo, me dijo….. te voy a hacer la colita, que la temes riquísimaaaaaaaa….. y me lleno la conchita de leche….. jadeando y riendo.
Me conto que el hacia tríos con la mujer de su jefe y el jefe desde hacia largo tiempo, que ya habían hablado sobre el estado tan atractivo de mi físico, de mi devoción por los juguetitos y que era un desperdicio no darme unas buenas cogidas. Así que, si bien no lo habían programado, lo habían pensado, y yo ese medio día les había abierto las puertas a la gran posibilidad de darme fiestitas.
Supe que dentro del programa, por ellos elaborado, estaba hacerme la doble penetración, por lo que esa noche mi hijo se dedicaría a tenerme siempre abierto el culito.
Que si hacia falta, ya que ellos también tendrían que atender a la mujer de Federico, mi hijo se encargaría de seleccionar buenos machos para regalarme lo que el dijo….. lo tenés muy bien merecido.
Por supuesto que desde aquel feriado, por mi no esperado, tengo una vida sexual plena.